La autoridad de los
padres y el uso de las pantallas.
Bernard AUcouturier, es una leyenda. Millones de niños se han formado con su
terapia psicomotriz, que busca la maduración psicológica del niño a través del
movimiento y el juego.
AUTORIDAD.- Desde que llega a este mundo, el niño aprende que hay momentos para alimentación,
para el baño, para ciertos cuidados y rituales y se acomoda a las normas de
casa. Ese orden debería mantenerse en la
niñez. No le entregues las riendas a tu hijo, fija reglas y horarios de
estudio, de baño, de ver televisión, de jugar, etc.
RETOMA EL PODER.- ¿Y si los niños ya crecieron con pocos límites y menos reglas? Retoma la
autoridad. En momentos de calme,
coméntale a tu hijo que hay reglas para todos. Los adultos no se pueden pasarse
un semáforo en rojo, por ejemplo: los niños deben respetar los horarios. Reflexionen sobre cómo sería el mundo sin
reglas.
¨ME DA PENA¨.-No se trata de tener
al hijo castigado toda la semana pero si después de imponer una sanción, cedes
al chantaje afectivo y eliminas el correctivo, vuelves a perder autoridad. No impongas un castigo desproporcionado,
plantea algo sencillo, lo importante es el mensaje.
¿Y LOS MAYORES? .-La relación con los adolescentes suele ser complicada. Sienten que deben reclamar la autoridad de
los padres para sentar las bases de su propia identidad. Ármate de flexibilidad
para ejercer la autoridad con adolecentes, concilia para no perder la comunicación. Por ejemplo, está bien que vaya a fiestas de
gente que conoces, pero deben regresar a cierta hora y tú debes recogerlo y
llevarlo a casa. Es tu responsabilidad.
SIN GRITOS.- Cuando los chicos no
hacen caso y se lucen con una pataleta
(los pequeños) o desplantes y rebeldías (los grandes), a veces los padres no
encuentran mejor recurso que gritar.
Pero gritar destruye, es agresivo, te hace pasar de la autoridad al
autoritarismo, rompe la comunicación, elimina la sanción de seguridad del
chico. Puede funcionar cuando son
pequeños, pero grandes ya no. No grites:
invierte media hora para escuchar, dar respuestas, reflexionar juntos.
Fuente : El Comercio- Viu -Bernard Aucouturier, creador de la practica psicomotriz.