lunes, 15 de agosto de 2016

Cómo enseñar a tu hijo a compartir


Compartir las cosas con los demás no es una cualidad innata de los seres humanos, sino una actitud que el pequeño aprende durante su desarrollo

Claves para acompañar a tu hijo en el camino de compartir.
A partir de los cinco o seis años es, entonces, cuando mejor se puede acompañar al menor en el camino del aprendizaje de compartir. A continuación se enumeran algunas claves detalladas por Fernando González.
  • Aprovechar la socialización. Al pequeño le resulta más fácil compartir con las personas a quienes se siente unido: sus amigos. Luego podrá extenderlo a otras esferas, como los compañeros del colegio, los maestros y profesores, compañeros de deportes, etc.
  • Respetar el derecho del niño a no compartir. González destaca la importancia de inculcar "el concepto de responsabilidad" por las ideas, actos o comportamientos del pequeño. Es decir, que debe aceptar las consecuencias de sus acciones. Más allá de eso, "es crucial respetar que un niño no quiera compartir.
  • Enseñar que a veces los demás tampoco quieren compartir. Este hecho está muy vinculado con el anterior. Así como el pequeño a menudo no desea compartir, tiene que aprender a aceptar que, en ocasiones, el resto de los niños no querrá compartir sus objetos o juegos con él. Estas son situaciones de frustración o marginación, con una inevitable carga de sufrimiento, y a muchos padres les cuesta acompañar a sus hijos en esos momentos. Lo que hay que intentar, indica González, es "trasmitirle con serenidad que lo podrá superar y que esa superación le ayudará en el aprendizaje de la vida social".
  • Encontrar momentos de exclusividad entre padres e hijos. Esta es una forma de "recobrar", en momentos puntuales, el lugar único y no compartido que el niño tenía cuando era bebé. González propone que el cuento infantil puede transformarse en diez minutos antes de acostarse, para conversar sobre lo que él quiera compartir un juego tranquilo (no videojuegos). Contar con esta especie de bien propio e invaluable contribuye a que el pequeño sea más generoso en otros aspectos.
  • Educar con el ejemplo. Siempre que se habla de educar al niño, el primero y más importante de los pasos es que los adultos hagan lo mismo. Los hijos siempre quieren parecerse a sus padres: ellos son sus modelos de conducta. Si su padre y su madre comparten sus cosas, el menor recibirá las mejores lecciones para repetirlo. Y viceversa, ya que, como señala González, "los niños son muy listos para encontrar las contradicciones e incumplimientos de los adultos".
Fernando González Serrano, miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Psiquiatría y Psicoterapia del Niño y del Adolescente (SEPYPNA). 


Fuente: consumer.es