Existen múltiples acciones cotidianas que los adultos pueden poner en práctica
para evitar la obesidad de los niños
Prevenir
la obesidad infantil en diez pasos
Los pequeños cambios son
poderosos, y
sobre ellos inciden todas las entidades implicadas en la salud infantil desde
hace varios años. La siguiente lista detalla los más relevantes
Servir raciones adecuadas
para la edad del niño. Un estudio reciente ha observado que el tamaño de la plato influye,como en el adulto, en el volumen de comida
ingerido por el menor.
1. Tener en el hogar una
variedad de hortalizas, frutas y cereales integrales (pan integral, pasta
integral, arroz integral, etc.).
2. Escoger leche y productos
lácteos bajos en grasa o desnatados.
3. Limitar el consumo de
carnes rojas o de derivados cárnicos.
4. Promover el consumo de
legumbres y frutos secos.
5. Retirar de la vista del
niño las tentaciones ricas en calorías (lo mejor es no tenerlas en el hogar).
6. Fomentar la actividad
física, sin olvidar que los niños imitan a los adultos: si los padres hacen
deporte, los hijos también lo harán. Para prevenir la obesidad, el mínimo de
tiempo diario que deberían dedicar los niños a realizar actividades de
intensidad de moderada a vigorosa asciende a 60 minutos. Una revisión acaba de comprobar que el sedentarismo en la adolescencia es la norma.
7. La bebida de elección para calmar la
sed debe ser el agua.
8. Se debe limitar el consumo de azúcar, bebidas
azucaradas ("refrescos o gaseosas").
sobre los efectos negativos de
dichas bebidas.
9. Restringir a no más de 2 horas diarias
el tiempo que los niños dedican a ver televisión, jugar a videojuegos o a
navegar por Internet (los menores de 2 años de edad no deberían ver la televisión).
Fuente: consumer.es