- Factores orales,como problemas en la lengua o en el paladar.(Ejm. Un frenillo puede limitar los movimientos linguales para la producción del habla).
- Problemas auditivos, que retrasan el habla y se traducen en los problemas para articular, así como para entender, imitar y utlizar el lenguaje. Las infecciones de oído (otitis), sobre todo de carácter crónico, pueden repercutir sobre las capacidades auditivas de un niño.
Un gran porcentaje de niños con retrasos del habla tienen problemas orales motores, lo que implica la existencia de una comunicación ineficaz en las áreas cerebrales responsables de la producción del habla. El habla puede ser el único ámbito afectado o puede ir acompañado de otros problemas orales motores como dificultades para alimentarse, por ello recomendamos comentarlo a sus pediatras para que evaluen estos aspectos si son observados en sus hijos.
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