Si no es así, debemos empezar y es indispensable desarrollarla para que se establezcan patrones de comunicación óptimos y esto favorezca la relación con sus pares y su entorno en general. Algunos consejos:
- Es indispensable encontrar el equilibrio en nuestras emociones pues si hemos logrado esto reponderemos con serenidad, aplomo y firmeza.
- Ser explícitos, es decir en lo posible evitar pensar ¨se suponía que lo haría¨ pues pensamos por nosotros y no nos ponemos en el caso del otro que puede pensar de otra manera.
- Es importante saber decir NO, en el momento adecuado, la flexibilidad tiene límites y nosotros (los padres) los definimos.
Teniendo estas consideraciones en el momento que nos relacionamos con nuestros hijos, estaremos dispuestos a alentarlos a darle toda la atención que necesitan y emplearemos la palabra justa que es la que marcara el camino de su vida.
Algunas palabras que debemos evitar:
- Hasta cuando no entenderás lo que se te pide que hagas.
- Siempre haces lo mismo, todo se te cae de las manos.
- Eres flojo o floja.
- Está lindo pero te pudo salir mejor.
- No puedes dejarme sola(o),
- No sé que esperas para levantar eso que está en el suelo....entre otras.
Somos padres y tenemos errores pero lo importante es que evaluemos nuestra relación con ellos y el nivel de comunicación que tenemos con nuestros hijos, mejoremos cada día.