
El amor de un padre es irremplazable. Simbolizas y representas al sublime amor de Dios. Siempre estás presto a escuchar con intenso deseo y regocijo a que tus hijos te busquen y te demuestren su afecto y cariño.
Vives preocupado e interesado por el bienestar de tu esposa, hijos y familia. No abandonas el timón aún cuando la marea es contraria, los vientos fuertes y la embarcación pareciera que va a naufragar.
Disfrutaron mucho los niños en el Club Naval haciendoles un aviso de puerta a sus papitos.